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Además del uso obligatorio de máscaras, las marcadoras no deben disparar BOLAS de pintura por encima de una determinada velocidad. Las bolas de pintura disparadas a más de 90 m/s provocan grandes hematomas y pueden romper la piel e incluso los dedos. Muchas instalaciones comerciales de paintball exigen una velocidad menor, normalmente de unos 65 - 80 m/s (280 - 290 fps), para tener así un margen de seguridad extra. Velocidades incluso menores pueden ser dolorosas en distancias cortas, lo que debe evitarse en lo posible. Los jugadores visten a veces gruesas chaquetas y guantes para cubrir toda su piel. El máximo permitido de velocidad para una bola se ha estandarizado en 300 pies por segundo (90 m/s). La velocidad de las bolas de pintura puede medirse con un cinemómetro (mal llamado cronógrafo; de la abreviatura inglesa chrony), los cuales son frecuentes en las instalaciones comerciales de paintball, pero deben adquirirse si se juega fuera de ellas. Aquellos jugadores que juegan sin ajustar la velocidad de salida de las bolas de pintura se arriesgan a sufrir heridas, ya que los cambios en la temperatura, la humedad y la presión atmosférica pueden afectar dicha velocidad, debiendo comprobarse ésta varias veces a lo largo del día. Las marcadoras también deben cronografiarse después de cualquier ajuste o reemplazo de cualquiera de sus partes, pues esto podría alterar significativamente su velocidad de disparo.
La MÁSCARA. La regla de seguridad más importante del 'paintball' es que todos los jugadores deben llevar una máscara protectora, normalmente de plástico que cubre toda la cara y se curva sobre las orejas, en todo momento cuando juega o se está cerca de marcadoras sin bloqueo de cañón. Aunque las bolas de pintura no producen heridas permanentes en la mayor parte del cuerpo, los ojos, y en menor medida los oídos, son vulnerables a heridas graves si les impacta una bola de pintura. Las máscaras de paintball se diseñan especialmente para este deporte y son capaces de soportar el impacto directo de una bola de pintura a 90 m/s. Las instalaciones comerciales de paintball exigen a los jugadores llevar una máscara específicamente diseñada para este deporte que suele ser de un plástico duro o metal ligero.
Todos los jugadores deben usar algún tipo de dispositivo de BLOQUEO del cañón en sus marcadoras cuando no están participando activamente en una partida. Estos dispositivos suelen tener la forma de una pequeña bolsa o tapon (conocidas como condón o chupete del cañón) que cubre el extremo del cañón y se sujeta en su lugar mediante un cordón elástico enrollado a la marcadora. El calcetín del cañón atraparía así cualquier bola de pintura disparada por accidente. Antes de su introducción a finales de los años 1990 los dispositivos de bloqueo del cañón más usados eran los tapones (también llamados chupetes), unas piezas de plástico duro con anillos de goma que se introducían por el extremo del cañón. Debido a que estos tapones podían caerse o salir disparados del cañón si se producían disparos accidentales, las instalaciones comerciales obligan actualmente como medida estándar de seguridad a usar los calcetines. Las marcadoras más modernas cuentan con un sistema de bloqueo de seguridad, en el que un botón en el lateral de la marcadora bloquea el gatillo. Sin embargo, incluso con este añadido, los jugadores deberían siempre usar un dispositivo de bloqueo del cañón.